La Escuela Histórica
Su énfasis radica en la confrontación del pensamiento clásico con la realidad histórica. Esta tendencia se desarrolla en Alemania en el siglo XIX y sus principales representantes son los economistas Guillermo Rosher y Gustavo Schmöller, los que critican el universalismo y la permanencia de los postulados clásicos. Los principios planteados para Inglaterra y una época, no constituyen validez para todo el mundo.
También critican el método deductivo, empleado de preferencia por la Escuela Clásica, que parte de lo personal para explicar fenómenos económicos. Finalmente apunta contra el principio de interés personal, que los clásicos consideraron determinante de la actividad económica del hombre. Como una ironía bautizaron a este ser imaginario con el nombre de homoeconomicus.
La Escuela Clásica, no construye una nueva teoría económica, sino que su único mérito radica en incluir la relatividad del tiempo y del espacio a los principios de la teoría clásica con pretenciones de validez universal y permanente.
La Escuela Matemática o de Lausana
Sus autores más destacados son Leon Wabas y Wilfredo Pareto, crea una económica pura y abstracta a base de fenómenos cuantificables y relaciones de equilibrio entre cantidades en general todos los fenómenos económicos puedan ser medidos matemáticamente y mediante el álgebra intenta en ecuaciones su explicación de la realidad económica.
La Escuela Psicológica
Busca la gestación psíquica de los actos económicos, recata el principio Hedonistas que supone la Mayor utilidad con el mínimo esfuerzo y mediante el razonamiento deductivo intenta, en base a la utilidad Marginal y análisis marginalista la explicación de la realidad económica, sus tratores más relevantes son Karl Manger y Eugenio Bölum-Berk su posición amplía y ecléctica, y su preferencia por la geometía para la exposición matemáticas, para ello el profuso empleo de curvas que tratan de dar una visión objetiva de los fenómenos económicos.
En la actualidad la crisis de las escuelas dan paso a un pensamiento independiente que busca la verdad científica ajena a prejuicios o tendencias previamente aceptada.
No olvidemos que las concepciones marginalistas son el armazón del actual pensamiento económico.
La influencia de John Maynard Keynes, económista Ingles, en el presente siglo se debe a su preocupación de perfeccionar la teoría de Malthus sobre la ocupación de factores productivos, su teoría, una simplificación extrema, señala que el nivel de empleo depende de la demanda que esta representada por gastos de consumos y los gastos de inversión para el establecimiento de nuevas Empresas.
El rol del gasto es fundamental, ya que entre las sociedades más gaste más factores productivas serán empleados. Pero estima que la ocupación tiende a detenerse así misma ya que mientras mayor es el empleo, mayores serán los ingresos de los factores empleados y del propio empresario. Pero a niveles de renta altos menor es el consumo y mayor es la propensación de ahorrar y en consecuencia aparece el desequilibrio, representado por el ahorro no invertido, que cierra los mercados y abre pasa al desempleo. Cree que por esta causa, que la mejor manera de empobrecerse es el ahorro.
Como receta, propone rebajar los intereses del dinero, con el fin de estimular la inversión ya que reducirá costos y estos aumentará la ganancia de la inversión estatal en obras, públicas, para absorber la cesantía y la reasignación de recursos.
Finalmente se pronuncia en contra del patrón de oro, que resta flexibilidad al sistema monetario y propicia un régimen de papel monedas regulado por el estado, para asegurar una demanda compatible con el pleno empleo de los factores productivos.